El segundo disco del grupo se gestó totalmente en los estudios Track de Madrid, de donde Eugenio era técnico de grabación. En 1985, Luis, tras haber abandonado su puesto de Director del Departamento Internacional de la EMI en Madrid, decidió comenzar a trabajar en una productora propia de discos, que recogiera el trabajo de diferentes instrumentistas de vanguardia.
Se llamó “El Cometa de Madrid” y nacía en un momento álgido para los sellos como ECM y Windham Hill, dedicados a música instrumental. En España, dentro de esta línea, solo existía la compañía de Silvia Lovosevich, “Linterna Música”.
A esta corriente se sumó el nuevo sello, que firmó su distribución a través de Grabaciones Accidentales, y tras unos años de funcionamiento, en 1987, decidieron producir un nuevo disco de Mecánica Popular. El título “Bakú: 1922” hace referencia al concierto de música industrial que en esa fecha se celebró en la capital azerbaijana. La “orquesta” estaba compuesta por los trenes de la estación, los cañones del ejército, las sirenas de los petroleros anclados frente a la ciudad, las masas corales obreras, las sirenas de las fábricas, los motores de la propia ciudad, etc. No existen grabaciones del evento.
Cara A
1.- CONCEPTOS BÁSICOS
Entre todas las máquinas dinámicas que desarrollan ritmos fascinantes para los músicos, las imprentas están entre las mas atractivas. Tanto Luis como Eugenio admitían haber sido “tocados” por los ritmos obsesivos que surgían de los talleres de impresión, que a mediados del siglo XX ocupaban con frecuencia los bajos comerciales de los edificios. Partiendo del sonido de una de estas imprentas, en esta composición se fueron añadiendo elementos procesados de diferentes formas. Fue esencial la utilización de puertas de ruido que “secaron” los sonidos dándoles una presencia muy cercana.
2.- VISIBILIDAD CERO
Para hacer este tema el dúo se basó inicialmente en el sonido que percibe de su propia respiración un buzo bajo el agua. Cuando se bucea al anochecer, con frecuencia, la visibilidad es muy baja, y solo la concentración en la propia respiración hace que no perdamos la calma. Es el motor vital que, una vez mas, nos recuerda la relatividad de la propia vida. Un bucle de caja de ritmos construye una secuencia rítmica que incluye el sonido en cascada de las máquinas “King” , bobinadoras de cinta a casete.
3.- LAS MARAVILLAS DEL MAÑANA
Un imperativo comentario electrónico nos llama la atención para llevarnos a un plácido horizonte, creado por un bucle de orquesta. Este da paso a un ritmo estimulante y enérgico. Por el camino se rompen cristales y se dejan caer grandes piezas metálicas desde alturas considerables. El ritmo central partió de un birimbao brasileño, y el resultado no pierde de vista la estupenda película de Terry Gillian, referente estético indiscutible para el dúo.
4.- DAGUERROTIPO
Cuando se publicó este LP, el anterior, “¿Qué sucede con el tiempo?”, había agotado su primera tirada, y eran muchos los oyentes que buscaban este tema, por lo que se decidió volver a incluirlo, retocando levemente algunos detalles. Toda la estructura sonora parte del sonido desarrollado por una cámara Polaroid, al hacer una fotografía a un micrófono Neumann U-67. Las trompetas procesadas con “Harmonizers” de Jon Hassel tenían fascinado al grupo, y no se dudó en reproducir el tratamiento, aplicándolo además a una zanfona.
CARA B
1.- VIAJAR, RECORDAR, …
No hacía muchos años que habían aparecido los “samplers”, y aunque su duración era de escasos segundos, sirvieron para hacer este divertimento con las silabas de “Me-ca-ni-ca-po-pul-ar”, que no se construye en su totalidad hasta el final del tema. La máquina utilizada fue el sampler DS:3, diseñada por Greengate Productions (Dave Green y Colin Holgate). En España solo los Estudios Track disponían de este aparato, que en su momento representaba a la tecnología mas avanzada.
2.- RUEDA VIVIENTE QUE PASEA CON ESPECTADOR AUTOMÁTICO
El tema presenta un preludio, que tras ciertas dificultades, desemboca en un llevadero ritmo binario. Las trompetas aportan la estabilidad en los momentos mas oscuros, repletos de timbres irreconocibles.
El corazón del estudio, durante décadas, fue el magnetófono. Una rueda viviente (la derecha) que arrastraba a un espectador automático (la izquierda) como compañero de viaje. Sin él magnetófono nada era posible, y en él, y en las manipulaciones que se realizaban sobre las cintas, se basaba el trabajo del dúo. Cuchilla y lápiz de cera, cintas invertidas, cambios de velocidad, etc.
3.- LA EDAD DEL BRONCE
La situación era muy similar al anteriormente mencionado “Daguerrotipo”, pero en éste caso se realizó una remezcla, añadiendo algunos elementos nuevos. Se trata de uno de los temas mas identificativos del grupo. El tema fue utilizado como sintonía de uno de los telediarios de TVE. Ver (link)
4.- BAKÚ: 1922
Se trata de uno de los temas mejor diseñados del grupo. En la seguridad de haber encontrado un lenguaje propio, vemos desfilar timbres de todo tipo, excepcionalmente mezclados con algunos de los “preset” del famoso teclado DX7 de Yamaha, que en tan solo tres años de fabricación (1983-1986) llegó a vender 160.000. Esta es una de las pocas ocasiones en las que el grupo trabajó con “presets” estándar.
Junto al estudio de grabación de la RCA estaba la planta de fabricación de casetes. En ella se duplicaban miles de copias diarias, y las máquinas responsables de ello eran las mencionadas “King”, de la “King Instrument Corporation”.
Esta máquina estaba equipada con un sofisticado sistema de válvulas de aire comprimido que manejaban, editaban y cortaban la delicadísima cinta de los casetes. Uno de los miembros del dúo, Luis, trabajó como operario de la planta durante una temporada, y el sonido enérgico y limpio de estas máquinas les persiguió para siempre. Con él comienza el tema, y hacia la mitad podemos escuchar lejanamente la eterna pregunta: ¿Qué sucede con el tiempo?
5.- DE TOOWEY A GUTENBERG
Solo imprentas. En este tema el dúo se limitó a seleccionar e ir “soltando” grabaciones de imprentas colocadas cronológicamente, desde los modelos de finales del siglo XX hasta la imprenta de Gutenberg. Ahí esta la clave: el mantra mecánico.